La razón de vivir es lo desconocido, afirma, y no le falta razón, ¿quién viviría en un mundo en el que todo está predeterminado? lo desconocido es la conmoción de los sentidos, de la inquietud, lo desconocido es la emoción de sentirnos nuevos a cada instante, es la oportunidad... y lo desconocido en el mundo de Bram Van Velde son sus obras.
"Pintar es intentar alcanzar un punto donde uno no pueda sostenerse", decía.
El significado de cada pincelada dentro de cada cuadro se lo regalaba la intuición, el mismo Bram Van Velde desconocía el resultado de sus obras hasta que éstas se sacudían en poderosos colores y respiraban vida.
"Pintar es buscar el rostro de lo que no tiene rostro, y la pintura es el hombre ante su desastre".
"Para llegar a un cierto algo, ya no hay que ser nada", decía B. Van Velde, un cierto algo...el resultado de un autorretrato en su paradoja de lo figurativo y la unión con sus lienzos...un espacio en el que se adivina a sí mismo sumergido en su materia... Su doble V que encontramos repetidas veces en su obra.
La figura de Bram Van Velde, sus palabras y sus experiencias, nos lleban a valorar su obra, pero la veradera realidad es que nos agarra los pensamientos que habitaban, a veces, dormidos, y perezosos taladran reflexiones sobre nuestro sentido, nuestro "ser o no ser" y su silencio.
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